
Rembrandt en el Rijksmuseum | La ronda nocturna (en neerlandés: De Nachtwacht)
En la imagen, vemos la foto viral del cuadro «La Ronda Nocturna» de Rembrandt al fondo con los «niños en los teléfonos», una excelente instantánea de Gijsbert van der Wal que me ha tomado 30 segundos encontrar, etiquetar, comprobar que puedo compartirla y otros 30 segundos para descartar el mito de «niños perdidos con la tecnología» que tantas de abuelitas enfadadas gustan de compartir nuevamente estos días. La foto es de una experiencia de 2014 en el @rijksmuseum («el Rijksmuseum es el Museo de los Países Bajos, Amsterdam. Hogar de Rembrandt y Vermeer» como se presentan en Twitter)
Verificar la noticia: esa práctica que la velocidad de la tecnología hizo desaparecer
Es decir, no es de hoy. Es decir, no es nada costoso encontrar de donde proviene. Es decir, hay un gozo perverso por compartir noticias sin contrastar. Claro, hay mas.
Cuando la compartió Gijsbert sabía que era una gran foto, porque daba para la interpretación facilona:
Nieuwe generatie museumbezoekers vanmiddag in het @rijksmuseum. pic.twitter.com/zvrFEeWlLt
— Gijsbert van der Wal (@wijdopenogen) November 27, 2014
(Nueva generación de visitantes del museo en esta tarde.)
Por supuesto, esa interpretación facilona es que la nos trae hasta estos días repitiendo el mito. Rasgarse digitalmente las vestiduras es fácil y da likes. «Comprobar, que lo hagan otros», parafraseando a Unamuno.
Endogamia digital
En el fondo, es sólo una cuestión de cultura y percepción por esa cultura. Vemos lo que queremos ver.
Me llevó un poco más (90 segundos) para comprobar que lo que veía era lo que creía: un simple trabajo escolar con una App auspiciada por el museo como parte del tour.
Vemos lo que queremos ver. Evadir el ver la realidad es un gran problema, pero compartir algo que no hemos comprobado sólo es el principio de un problema mayor. Bienvenidos a la era de sincerarnos sobre la postverdad.
Venga, ve y mata un mito.




