Si llegas por primera vez a este blog o no has leído el anterior articulo publicado, te recomiendo que lo hagas antes, ya que este es una continuación. Ve, que te espero. Mi Protocolo de Crisis: Porque explicar lo que podemos ocultar
10 días atrás dije «Hasta luego» y aquí estamos. Del quirófano salí bien y rápido, aunque me puse mal muy pronto. Ya recuperado, vamos con lo que toca.
Si mi anterior post iba de enfrentar una crisis, éste va de recuperar nuestra presencia; aquel tiene que ver con resolver las incidencias no deseadas; éste, de comunicarnos de forma continua. Si la paz es ese pequeño período entre dos guerras deberíamos vivir solo con Protocolos de Crisis que, de lo «trágico cotidiano» se harían nuestros protocolos operativos. Por tanto, let’s give peace a chance como decía Lennon.
Crisis es un punto de rotura en la continuidad de un sistema. O sea, una crisis de valores es diferente de una de identidad o de comunicación o de gestión o de producción o de atención o de comercialización o de eficiencia …
Desenredando la madeja: de un formato clásico en Marketing como «Estudio > Meta > Análisis > Objetivos > Estrategia > Plan > Protocolo de Comunicación > Protocolo de Crisis« hago la inversión del Método, empezando por el final que fue esa Crisis. Teniendo un caso real, resulta mas entretenido para explicar. Culpa a Tarantino si gustas. O a Derrida,
Este weekend publiqué un vídeo asociado a este Protocolo de Comunicación del que hablo, muy conciso y breve (menos de un minuto).
Creo que queda claro lo que buscaba (de hecho, está en el título del vídeo). El objetivo del contenido es el de dar las gracias pero el objetivo táctico, dentro del plan con el que gobierno mi identidad es retomar la continuidad quebrada por ese punto de inflexión, por esa rotura, por esa crisis que fue mi entrada al quirófano. Es el primer paso de una serie de acciones propuestas para volver a mi comunicación normal. Que los daños de la guerra no nos impidan seguir construyendo la Paz, para seguir con frases grandilocuentes 🙂
Para poder hacer esta reconstrucción, debemos apelar a una Estrategia de Contenidos (imprescindible post de Cristina Aced, léelo cuanto antes) que no es otra cosa que «sostener una historia de publicación continua sobre lo que le interesa a las audiencias, de lo que nos interesa divulgar». En un Libro de Estilo personal, la ultima parte es fundamental y crítica. A los temerosos de perder la intimidad, les recomiendo releerla. Se debe tener claro que imagen enviamos y que reputación recibe como reflejo, qué contenido se va a ofrecer para luego responder a lo que te pide la comunidad. Sin ello, créeme … se acaba publicando solo foodporn 🙂
Mas allá de las odiosas fotos de la comida, el Protocolo de Comunicación supera a la estrategia de contenido definida como algo estático e ingresa en lo que es el comportamiento de las audiencias, conceptos cambiantes por propia definición y se acerca al qué, cómo y cuándo publicar y aquel que evitar. Sobre todo diferenciando el contenido interesante de lo que es meramente publicable (estás en un aeropuerto ¿pero a quien le interesa? O bien ¿a quien le interesa que solo digas «estoy en la T4»?)
Por cierto, el Libro de Estilo resulta entonces una parte del Protocolo de Comunicación ya que en éste entrarían unas recomendables Guías de Provocación (para no causar bostezos digitales), un Historial de reacciones (qué, cómo y cuándo un contenido ha tenido tal o cual resultado), una Nube social de Etiquetas (aquellos tópicos, keywords, conceptos que se mencionan recurrentemente sobre nuestra identidad, abarcando tanto los deseados como los que no lo son). Seguramente cada experiencia práctica de monitorización hace que cada maestro vaya con su librito. O sus libritos.
Otro planteo de contenido de crisis y de continuación se me antoja verlo en la reciente salida de Carina Szpilka al frente de ING, quien escribió «Y llegó el momento de quitarme la chaqueta naranja…» seguido de «A todos mis compañeros de ING DIRECT». O lo que hicimos con David Soler cuando cerramos 2shareworld. En un caso mas que en otro, se trata de mantener homogéneo nuestro discurso y esa sinceridad solo se logra si en una crisis mantenemos nuestro registro previo al tiempo que al salir de ella, recuperamos el hilo conductor.
Elegí un vídeo ya que sigue siendo uno de los contenidos mas efectivos a la hora de llegar con un mensaje tan personal y recién hoy, a través del blog. El blog es una herramienta de comunicacion que obedece profesionalmente a una serie de objetivos (ya escribiré sobre metas y objetivos en breve) y por tanto si estos se alcanzan de manera mas eficiente mediante el uso de otras herramientas, pues es una obligación entonces, el escribir menos. No sirve dar por sentado que lo que funcionaba ayer seguirá funcionando hoy. Hace ya años de cuando escuché lo de «el blog ha muerto» y si bien dudo que un tipo de medio muera, estamos profesionalmente obligados a ser eficaces y racionales con nuestro tiempo. Si estamos buscando el como y el cuando alcanzaremos aquellos objetivos ¿no deberíamos ponernos de acuerdo en que aquello que publicamos es tan importante como aquello de dejamos de publicar?
Como decía mi profesor de piano, el silencio, también es una nota.