De haber sido 423  mandamientos en lugar de 10, supongo que esas tablas hubieran sido menos leídas que la Constitución Europea.

La síntesis en la construcción del mensaje es una premisa básica a aplicar en la construcción de toda pieza de comunicación, aun más a las cuerpos corporativos. Esto suele sorprender a muchas empresas. De hecho, son muchas las empresas que evitan esta premisa por considerarla inconsistente o aun sin desear evitarlo. Las razones que hemos encontrado son variadas, pero la más insistente es la que dice “esta es una herramienta técnica y para técnicos”. Reemplácese técnicos y técnica por: industriales e industrial, o por textiles y textil, o simplificando; por fábrica, gerentes, personal administrativo, personal ejecutivo, médicos, políticos o lo que se le ocurra.

Se suele confundir síntesis con faltante, con deficiente. Por eso encontramos tantas piezas de comunicación denominadas revistas internas que asemejan un rosario de párrafos interminables, desprovistos de rítmica, de información coyuntural, de posibilidad de interacción con la redacción o de ampliación de la información, que terminan, con mucha, mucha suerte, acumulando polvo en algún escritorio.

Así sucede por confundir sintético con poco, pero a la vez, complejo con complicado. Pues el armado de estos cuerpos u órganos informativos, como para cualquier herramienta de comunicación, exige disponer de información de apoyo coherente, desplegada con una clara intención de que cada parte sea vista, percibida y asumida.

El horizonte de objetivos a través de este medio es inmenso, alcanza a los planos de motivación, de fidelización, de capacitación, de evaluación. Sabemos que las palabras demuestran que existimos, que somos. Es por ello que las empresas no quieren quedarse mudas. Ejemplo a la vista, es la herramienta de difusión y nuestra imagen frente al mundo empresarial. Marca la percepción que el público externo tendrá de nuestro grupo. Por ese motivo damos tanta importancia a este elemento comunicacional. Porque creemos que todas las organizaciones que deseen mejorar su imagen deberían disponer de un elemento de estas características.

Y ahora, puede ser un buen momento para comenzar.