Música, idiomas y networking
Empiezo contando una manía.
Desde hace algunos años a esta parte, dedico un par de horas de los viernes a navegar frenéticamente la web para armar listas originales de canciones con que alimentar las sobremesas de los findes, esas cenas donde empiezas hablando de la MTV y terminas comparando a Radiohead con Nirvana (Thom Yorke vs Kurt Cobain fue el último debate). Algo debe tener con negarnos a aceptar nuestra edad y a querer retomar discusiones de 1997 🙂
Por el contrario, los domingos y a diferencia del resto de los días- suelo navegar la web como hacemos todos en un domingo, como si fuera de tapas, un poco de esto, un poco de lo otro. Dejando que fluya. Aunque en los posts en particular, termino siendo un obsesivo en picar enlaces y abrir pestañas. Y así, cruzando lecturas, me encontré con los artículos que dispararon este post, los tres impares y los otros dos, digamos que derivados. Los restantes treinta posts sueñan de momento con ovejas digitales.
Eran cinco bonitos posts
- Dime qué idioma hablas y te diré cómo piensas
- 9 Secretos de networking para compartir con tus empleados
- Bestiario de los Social Media
- Teoría o filosofía 2.0: los 6 grados de relación de amistad en Facebook
- HOW TO: Aprendiendo y practicando idiomas usando los Social Media
Si quieres evitar picar-traducir-leer, va el siguiente resumen
En resumidas cuentas
El primero de ellos viene a decir lo que todos ya creemos saber sobre una lengua: un idioma condiciona tu manera de pensar. La coletilla lógica es por tanto, que a mas idiomas domines, mas realidades culturales podrás gestionar, enriqueciendo tu visión del mundo. Simple.
El segundo –9 secretos– es un post de networking, donde hablaba de la necesidad de incorporar los eventos de networking como herramientas útiles a la gestión de la comunicación interna. Una necesidad que encuentra, entre otras ventajas, una ventana de desarrollo personal a tus empleados, que es a la par funcional y corporativa. Hay quienes lo verán como un agujero negro donde perder a un empleado a manos de una supuesta competencia y quienes lo verán como un método de encontrar un empleado mejor, deshaciéndose del presente. La cosa, es mucho mas sencilla: es solo una forma de mejorar a tu gente, hacerla crecer y a la par, a tu relación con ellos.
Dicho lo cual, llegamos al Bestiario del New Yorker (el tercer post) con su tipología de las nuevas relaciones sociales digitales, que con toda honestidad, me parece superado por el post de David 6 grados de amistad en Facebook (el post número cuatro) que lo clava tanto en ritmo como en gusto local. Gracias a las redes sociales digitales tenemos una serie de relaciones que es dificil de definir con la simple palabra amigo –a veces porque nos queda grande, a veces porque nos queda pequeña- pero que no es nuevo: todas nuestras redes sociales tradicionales están compuestas de enlaces temporales, flexibles y oportunos. De hecho, ahi puede radicar el éxito de una sociedad dinámica (La fuerza de los vínculos débiles)
Finalmente, el quinto post -desde Mashable- cerraba la idea con la incorporación de una veintena de plataforma de los Social Media con los que gestionar nuestras relaciones, mas allá de nuestro idioma nativo
Romper el cerco como síntesis
Casi como espejo de lo que predicamos sobre Marcas 2.0 y Empresas 2.0, si las empresas pretenden difundir la marca en las redes sociales sin creer en las redes y bloqueando la comunicación, solo están perdiendo el tiempo y dinamitando su reputación. De la misma forma, si una empresa no cree en tener, defender y evidenciar una posición en el mundo, difícilmente se desarrolle globalmente.
Pocas cosas hay que nos atrapen tanto como repetir una y otra vez los lazos y caminos conocidos: cenar los domingos en familia, visitar las mismas ferias una y otra vez, mantener nuestro timeline homogéneo, leer los mismos canales reaccionando predeterminadamente a un emisor y a un medio.
Se necesita un gran esfuerzo para escuchar lo que no nos habituamos a oír, entender a quienes solemos dejar de lado, comprender el lenguaje de nuevas audiencias, aprender a ver la realidad bajo el prisma de otras culturas e idiomas, hacer networking abierto, multisectorial o multicultural.
Sin embargo, en un escenario como el actual con no pocas variables económicas recesiva -y ya sea que uno busque empleo, generar mercado o desarrollar una marca- no es lógico mantener esa endogamia.
Como dijo alguna vez Albert Einstein «suena bastante estúpido pretender que los resultados cambien repitiendo siempre los mismos experimentos«
