Prologando a Giovani Papini, Borges describía a éste con una frase lapidaria:
«… sus libros mas famosos fueron escritos para ser obras maestras, género que requiere cierta inocencia de parte del autor …»
Prologando a Giovani Papini, Borges describía a éste con una frase lapidaria:
«… sus libros mas famosos fueron escritos para ser obras maestras, género que requiere cierta inocencia de parte del autor …»
El problema es filosófico y no práctico. O no solo práctico. El error del mantra DCP («Dame Conocimientos Prácticos») que oigo continuamente en la formación corporativa es que caemos en dar hachas para hachar lo que no corresponde.
Si usan redes sociales para generar contactos y las olvidan para la comunicación corporativa, tampoco es de extrañar que usen el móvil para navegar y naufraguen cuando abordan a su buque insignia.
Hablamos de aplicaciones de escritorio, tv digital, movilidad en teléfonos, tabletas y dispositivos meta humanos (smart tags en los coches, sensores de actividad, los propios de las actividades del yo cuantificado) y a todo esto lo llamamos DIGITAL
El tiempo pasa. Debo confesar que no fuiste mi primera red. Ni la única. Hace poco que corté con ellas. Twitter, Linkedin. Guardo buenos recuerdos de todas, no te creas que no. De Neurona, de Xing, de Decayenne. Tantas.
La pregunta mas frecuente en la gestion de una crisis de marca es ¿Puedes hacer desaparecer el error? o la poética Nuestra reputación corporativa está en llamas y necesitamos apagar al incendio hoy