brainstorming activity conducting

Osborn acertó, Osborn se equivocó. El padre del brainstorming puso una condición: generación de ideas sin criticas a las propuestas. Tiempo después se ha ido demostrando que la eficacia de la metodología no es tal, al caer en el pensamiento de grupo (y eso cuando está bien conducido) o bien -aún mas seguido- en el desgaste, por mala praxis, al  admitir críticas y posiciones negativas pero fuera del método.

Claro que después vendría De Bono con el pensamiento lateral y los seis sombreros a mejorar la práctica. Pero hoy queda claro que el debate (y de ahí el networking como contraste de posiciones) supera esa generación aireada pero sin turbulencias del brainstorming.

Sin embargo, tanto usuarios técnicos como no profesionales de redes sociales nos acercamos una y otra vez a las posiciones de tribu, a la endogamia, al pensamiento de aldea al no querer radicalizar las fronteras de nuestras ideas y admitiendo un desabrido caldo cultural intermedio. Para encima creer que el brainstorming, la «tormenta de ideas» traerá al despejarse, propuestas claras en lugar de lugares comunes.

Ya se sabe: nada es tan ordinario como querer pensar diferente. Salvo que sepas en qué quieres ser diferente.

Creo que lo llamaban Metas 🙂